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¡Bienvenido miedo!

jueves, 13 octubre 2016 7:24

Viernes 29 de julio. Un amigo me dice:

-Hoy es mi último día de trabajo antes de las vacaciones. Me he dejado la piel en el trabajo, mi jefe me hace una mala evaluación de un proyecto y cuando se va no me dice adiós ni me desea buenas vacaciones… Creo que me quiere despedir”.

-¿Lo vas a hablar con él en algún momento?

-No.

La realidad es que el jefe nunca le despidió. Y cuando le pregunté «¿tienes miedo?» respondió de manera immediata que no, aún sabiendo yo que sí. A veces en sesiones de coaching, si el cliente ha expresado literalmente tener miedo y yo repito sus palabras, este suele desdecirse indicando “bueno, miedo no…”. ¿Por qué no nos permitimos tener miedo y aceptar que lo tenemos? 

El miedo es una de las emociones estigmatizadas socialmente, como muchas otras. No nos está permitido tener miedo porque nos dicen que somos cobardes, gallinas…

No hay emociones buenas y emociones malas. Todas cumplen su función. También el miedo.

El gran paso de transformación es la aceptación. Tomar conciencia y asumir que tenemos miedo es el primer paso de la transformación. En cuanto aceptamos que lo tenemos, podemos actuar en los distintos ámbitos en los que se manifiesta:

– En el ámbito emocional: compartiéndolo con un amigo, buscando ayuda externa, escuchando música, viendo una película que nos provoque sonrisas…

– En el ámbito físico: haciendo deporte, meditación…

– En el ámbito del pensamiento: registrando nuestros pensamientos y las emociones que nos despiertan. De esta forma, identificamos cuáles son los pensamientos que nos limitan y podemos transformarlos.

Las preguntas, una vez aceptado que sentimos miedo, son: ¿cómo me puede ayudar?¿qué quiero hacer con él? y ¿qué haría si no tuviese miedo?. Y ahí esta la clave, en el autoconocimiento. En cuanto asumo que tengo miedo y me pregunto que dice de mí este miedo, me estoy descubriendo un poco más.

Así que las emociones no son buenas ni malas, sino una fuente increible de aprendizaje en el autoconocimiento de uno mismo que se traduce en activación a la transformación personal. Bienvenido miedo, una emoción legítima.

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