¿Te has preguntado cuantas horas al día las pasas conversando? Reuniones, cafés informales con compañeros, llamadas a clientes, y un largo etcétera repleto de conversaciones.
¿Y te has preguntado alguna vez cuál es el impacto de todas estas conversaciones a nivel de resultados? Sino, ¿por qué piensas tanto en como vas a comunicar a tu equipo una decisión?, o ¿por qué analizas una y otra vez lo que te ha dicho tu jefe en la reunión?
Nuestras conversaciones son una proyección de nuestro mundo mental y emocional. Reflejan lo que creemos que es posible y lo que no. Por tanto, crean impactos y resultados.
Partiendo de esta premisa, es fácil de entender la importancia de escucharlas y utilizarlas a favor de los objetivos que nos propongamos.
Cuando nos preguntan qué hacemos en Feedback y cómo trabajamos, la respuesta es así de fácil y compleja a la vez: Creamos las condiciones necesarias de confort y seguridad en las organizaciones para que las personas puedan escuchar y expresarse como nunca lo han hecho.
De esta manera conseguimos tipos de conversación y niveles apertura y sinceridad que nunca se habían logrado y, con ello, lo que llamamos conversaciones @fectivas.
Por ejemplo, cuando un equipo se comunica de manera tóxica (culpar, estar a la defensiva etc..) una manera de crear un espacio seguro es acordar unas reglas del juego sobre como queremos comunicarnos durante la sesión (escucha, respeto, hacer peticiones etc…) y luego velar para que se respeten.
Nuestra experiencia demuestra que lo que una persona o equipo pueda conseguir depende, en buena parte, de la calidad de sus conversaciones.
La conversación se convierte en una herramienta extremadamente poderosa especialmente en procesos de cambio, donde hay que identificar aspectos como: qué tipo de conversaciones hay en el equipo, cuál es el impacto de estas conversaciones, qué conversaciones faltan, y sobretodo qué tipo de conversaciones y cómo deberían realizarse para conseguir mejores resultados.
Hace poco conocí a una pareja de socios de una PYME con una trayectoria profesional de más de 20 años. Estaban llevando a cabo cambios organizativos. Tanto la información que leí en su web como los premios y reconocimientos que adornaban las paredes de la sala de reuniones me hicieron pensar que era una empresa sólida y consolidada.
La reunión tuvo una duración hora y media. Cuando acabé, entre otras cosas había escuchado: cansancio, resistencia al cambio, mucha autocritica, resignación y escepticismo en la propia capacidad de cambiar las cosas.
Si la organización mantiene este tipo de conversaciones, dudo de que puedan conseguir los cambios que se propongan.
Trabajamos la transformación desde la creación de conversaciones @fectivas porque conversar es extremadamente útil para sentirse legitimado, para escucharse a uno mismo y elevar el nivel de conciencia, para tomar perspectiva, cuestionar las obviedades y, al fin y al cabo, generar cambio y transformación.
Así que hacemos participes a todos los que forman parte del cambio (dirección general, mandos intermedios, catalizadores del cambio e implementadores) a los distintos espacios de conversación-transformación que creamos con varias dinámicas y herramientas como: story telling, LEGO serious play, modelo Canvas, modelo Sikkhona, coaching relacional, shadowing o gaming, por poner algunos ejemplos. No dejan de ser la sal y la pimienta que facilita que la conversación fluya “como” y “hacia” donde la organización quiere orientarse.
No tengas ninguna duda: la conversación es una poderosa herramienta de transformación personal y organizacional en cualquier proceso de cambio.
¡Bienvenid@s a las conversaciones @fectivas!