Así de contundente se expresaba una de las personas que acompañamos en un proceso de coaching. El lenguaje es muy poderoso para analizar y entender el sistema de creencias o las palancas que activan determinados comportamientos.
El autor de la frase, al que llamaremos Jordi, es responsable de fábrica de una empresa del sector industrial. La organización nos pidió que le acompañáramos en un proceso para mejorar su habilidad de trabajar en equipo, pese a que él asistió a las primeras sesiones convencido de que sabía hacerlo.
La frase épica del titular nos sirvió para analizar qué significaba perder desde el punto de vista de Jordi. De esta manera pudimos trabajar el proceso de transformación que nos habían encargado.
Básicamente para Jordi perder quería decir, en primer lugar, no tener la razón. Y el argumento quedó más explícito al final de la segunda sesión que cerramos preguntando qué se llevaba de nuestro encuentro. Respondió con convicción: «Una hostia al ego». Además, aclaró que para él no tener la razón era un hecho que se manifestaba cuando ante un mismo hecho se podían tener puntos de vista diferentes.
Perder para Jordi también quería decir no conseguir sus objetivos como jefe de fábrica independientemente de lo que pasara en otros departamentos. «Cuando tenemos un pedido con una fecha de entrega, hago todo lo que sea para llegar al final (me salto procedimientos, me pongo a arreglar una máquina…), el fin justifica los medios». Así que si se debía cumplir un objetivo del departamento, no había miramientos respecto las necesidades del resto de departamentos.
¿Perder significa no conseguir el objetivo de mi departamento para que la empresa gane? ¿Perder significa tener en cuenta las necesidades de otros departamentos, llegar a acuerdos y alinearse?
Jordi trabajaba bastante en equipo con su propio departamento, es decir, con la fábrica. En cambio, como miembro del comité de gestión (equipo de responsables de departamento) su comportamiento era individualista y competitivo. Trabajaba de manera independiente en un entorno interdependiente.
El aprendizaje de Jordi durante el proceso de coaching fue entender que su concepto de perder no era percibido de la misma manera por los demás y que esta visión tenía repercusiones no deseadasen determinadas situaciones.
En la comunicación entre personas no existe la Razón en términos absolutos. Cada persona tiene su razón. Es cierto que hay razones más fundamentadas que otras, pero a la hora de comunicarse con los demás es importante que tengamos presente esta premisa.
Los responsables de departamentos deben saber buscar el equilibrio entre sus necesidades y objetivos y el resto de la organización. En un sistema interdependiente, donde unos departamentos dependen de los demás, ganar es encontrar la manera de conseguir los propios objetivos teniendo en cuenta los de los demás. Y esto supone saber expresar, escuchar, integrar la diferencia y llegar a acuerdos.